10/7/12


2012

5 comentarios:

Lunna dijo...

Un camino hasta el infinito donde acaba el horizonte.
Preciosa foto.

Besos.

Lunna.

David del Bass dijo...

Hola! qué tal? Acabo de descubrir tu blog, le he estado echando un vistazo y me ha gustado mucho, volveré a visitarlo más a menudo, te mando un abrazote!

La Dulce Luna dijo...

Dulce Belmar, hace mucho...mucho tiempo que no tenía fuerzas para entrar en mi blog. Hoy, porque el destino ha querido así, me asomo a los tuyos...y veo que...esta mi Palimpesto...de siempre...otros han desaparecido, pero tenemos nuevos nacimientos. Me he venido a este nuevo retoño. He visto esta foto y...no sé...creo que debo dejar aquí la huella.

Alguien,...le dijo a su amada....
Llévate el aire, ...tu perfume,...tu manta con tu olor, tu lámpara si quieres.

Llévate tus dos manos,
sin sólo son dos hojas al viento,
pero deja el camino.
¡Solamente!
Me basta.

Bien hallado, dulce Belmar.
Hasta que el camino nos vuelva a reencontrar


BELMAR dijo...

Después de varias vueltas pareciera que ya no somos los mismos. Pero en esencia somos la misma gota que se empapa sobre la copa de la vida.

Hace años atrás yo fui muy activo por acá, hace años atrás creí que éramos inmortales. Pero aún estamos acá, aún nos conectamos, aún esperamos una próxima jornada.

Saludos.

La Dulce Luna dijo...

Mi dulce Belmar, de vez en cuando vengo a tu casa a tomarme un cafetito en tu compañía; pero, veo que sigues ausente. Da igual. Sólo quería que supieras de mi presencia.
Hoy, como muchos días, escribo algo para mis amigos. Me apetece compartirlo contigo...aquí lo dejo.
Me iba a ir a la cama; pero antes he venido a buscar un libro que me acompañe hasta los brazos de Morfeo y..., mira por donde, me he topado con Una habitación propia -que leí hace varios años- de la afamada escritora Virginia Woolf y...claro...me han venido pensamientos a estas manos mías y...aquí os los dejo.

Según parece, este libro nació como resultado de una porfía que mantuvo con A. Hawk sobre la superioridad del papel masculino en la literatura y ...en la vida. Hay extensísimos ensayos realizados por ilustres escritores y pensadores sobre la obra de Woolf; pero, aquí, en el silencio de esta noche de luna generosa, no quiero aburriros con palabras grandilocuentes y vacías de emociones sobre el legado feminista que dejó esta escritora en el libro que os he mencionado y a lo lago de toda su trayectoria literaria ...sino de algo que preconiza en él:...el derecho de las mujeres a tener un espacio personal donde escribir ,...hablar ...vivir...; es decir, donde poder ser libres. Pero, no me quedó ahí, también lo quiero hacer extensivo a los hombres, niños...a cualquier persona que necesite de un lugar íntimo... para hurgar en sus sentimientos...cultivar su interior...luchar contra el veto intelectual al cual nos somete -algunas veces- la sociedad. Amplío el espectro de este derecho básico a todos porque yo no he sufrido (como lo sufrió V. Woolf, S. de Beauvoir, mujeres desconocidas...sin voz ni voto) el no tener derecho a una educación, a una independencia económica ...a ser dueña de mi vida...

Vuelvo al hilo de lo que recuerdo que me transmitió la lectura de este libro:

Necesitamos ( hombres-mujeres) ese lugar íntimo, entrañable...personal, donde dejar que nuestra alma esconda la llave de la puerta que la abre al mundo, para... que nadie le usurpe la magia de sus sueños, para.. que la dejen beber la vida sorbito a sorbito, para...que la dejen ser soberana de sus pensamientos y palabras; para, cuando la vida la vapulea,...ella pueda caerse sobre un diván con total libertad y, sus sollozos o carcajadas, no tengan que ser comedidas por herir la susceptibilidad del público...

No os cuento esto por contar, sino desde la experiencia de haberlo conseguido. Para mí es un apoyo cotidiano a los contratiempos que tengo diariamente, es...un obsequio para este corazón mío que tantas veces se anega, es...un salvoconducto a emociones que sólo permiten la presencia personal y ...como evasión a momentos de pesadumbre que no franquean esos tabiques

Aquí...me aíslo...sueño...imagino...

Mis ilusiones, mis objetivos, mis obligaciones, mis responsabilidades, mis libros, este ordenador que es un muladar de palabras, el olor de mi hijo, el recuerdo de mi madre, abuela y tío Elías, vuestro pulso,...mi yo...con mi yo... Es un remanso de paz, donde la soledad se apila para ayudarme a sentirme feliz.